05-03-2015
Rosario no sólo tiene a las mujeres más hermosas sino también es cuna de talentos: el negro Fontanarrosa, Fito Paez, Alberto Olmedo, Lionel Messi, Luciana Aymar y otros tantos entre los que también se encuentra Ernesto de Larrechea, fundador de la Escuela de Danzas Municipal de la ciudad de Rosario, lugar donde comenzó sus estudios Marina Gonzalez a los seis años.
La danza es un arte muy exigente, el esfuerzo que demanda aprender y dominar con destreza y gracia el baile, poder desarrollar desde muy pequeña la inteligencia espacial fue parte de la historia de vida de Marina Gonzalez, hoy geselina por elección.
Luego de tres años de estudios Marina emprende nuevos rumbos educativos para su crecimiento personal y toma clases de danzas jazz, conjuntamente con otras disciplinas en institutos privados.
A los 12 años, Marina ya era parte del ballet estable de la Alianza Francesa de la ciudad de Rosario, mientras continuó su formación como artista tomando clase con destacados profesores: Hugo de Lavalle, Pablo Desse coreógrafo del teatro Colón, Leandro Regueiro y Liliana Ivanoff.
La bailarina que hoy es profesora de danzas clásicas, tango y stretching en Villa Gesell, dictando cursos para la Secretaría de Cultura y Educación de nuestra ciudad, compartió escenario con grandes referentes de la danza a nivel nacional como Julio Bocca y Maxiliano Guerra y además tuvo la fortuna de ser dirigida por Liliana Delfiore, algo que no muchos bailarines pudieron aspirar.
Durante el año 2000 sale de gira para promover el tango argentino y ahí comienza su viaje por distintas latitudes, conoce cultura y colegas de distintos países, recalando en la ciudad de Las Vegas, Marina Gonzalez enseña el arte del 2 x 4 trabajando como profesora en el hotel Riviera de dicha ciudad.
Luego de sumar experiencia por el mundo, Marina abre un instituto integral de arte dedicándose a la docencia devolviendo a su ciudad parte del conocimiento que en Rosario había logrado, Marina por ese entonces era toda una profesional en busca de un nuevo envión y parte al Caribe donde en el periodo de dos años formó parte de distintas compañías, según sus palabras “yo llevo el baile en la sangre como los dominicanos”. En su paso por México recala en el famoso circo Tihany, hasta allí todo era perfeccionamiento, viajes y mucho trabajo.
Luego Marina Gonzalez decide establecerse en nuestra ciudad y enseñar danza, además de continuar con proyectos para desarrollar en Villa Gesell.
Agradecemos a esta mujer destacada que vive y educa en nuestra ciudad, Maria Gonzalez, una #HistoriaDeVida que queremos que conozcas.