05-02-2017
La Feria Artesanal Regional y Artística de Villa Gesell de Avenida 3 entre Paseos 112 y 113 es, sin dudas, la más destacada entre las numerosas propuestas artesanales presentes en distintos puntos de la ciudad. Fue declarada Patrimonio Cultural de la Ciudad en el año 2008 y acompaña los veranos geselinos desde 1983 a partir de las 18:00hs.
Formada en su mayoría por artesanos geselinos (cerca del 70%) la feria se complementa con trabajadores de distintos lugares del país que la enriquecen en diversidad. “Realizamos intercambio con feriantes de La Plata, Tres de Febrero y Belgrano, entre otros” señala uno de sus delegados históricos, Juan Carlos Egler. “Somos una de las mejores ferias del país” se anima a decir orgulloso y sostiene “lo sobresaliente es el nivel de articulos que tenemos con respecto a otras ferias, porque tenemos un reglamento muy particular y valoramos lo hecho a mano, acá la funcionalidad de la pieza se la tiene que dar el artesano”. Cerámica, Masillas, Porcelana, Metal, Cuero, Telas, Macramé, Madera, Calabaza y Reciclado son algunos de los tantos materiales que trabajan. La premisa es que en el proceso de producción manual siempre se encuentran el arte y la funcionalidad.
Cada pieza exhibida por sus propios creadores nace de sus manos, con paciencia y perseverancia. Como los portaretratos, bandejas de té y otros productos elaborados en alpaca repujada por Marcos Flores. Un geselino como su padre, quien le enseñó todo lo que sabe, quien también participó muchos años de esta feria y quien elaboró meses atrás, por segundo año consecutivo, obsequios destinados al Papa Francisco.
La feria sigue evolucionando y este año incorporó mejoras en su infraestructura; más tachos de residuos en la vereda, nuevas luminarias y cartelería que suman confort y brillo al paseo. Por último Egler destaca que “la feria es mantenida por la autogestión de sus integrantes”.
Los paseantes de tanto en tanto se detienen entre los 80 puestos de la feria para elegir un regalo o un recuerdo de su viaje. Maria Sol Estevez, artesana en vitrofusión, expresa con alegría que “a la gente le gusta los productos que hacemos”. Además Estevez indica que este año el público “compró en similar cantidad pero cosas más chicas”.Las formas y el color de las piezas elaboradas con vidrio causan admiración como cada uno de los puestos de la tradicional feria geselina.