Mientras Matilda de 5 años separa las lentejuelas por colores, Brenda con sus 14 años se dispone a coserlas en los trajes. En la casa de la familia Valenzuela se vive el color del carnaval durante todo el año “esto es siempre un ir y venir de personas, que se intensifica cuando se acerca el carnaval” nos cuenta Cintia Valenzuela, que fundó la comparsa Beixa el 29 de Noviembre del 2015, con la idea de abrir sus puertas a todos los que amen bailar, no importa que lindas sean, que bien lo hagan o si pueden pagar sus trajes “esto es una familia donde las puertas están abiertas para todos” indica Cintia mientras en la esquina de la habitación descansa el estandarte de la comparsa que reza “no a la discriminación, acá se baila con el corazón”, frase que no es simplemente un frase si no un modo de encarar la vida y el sentir de Beixa, Cintia nos cuenta que “yo tengo mal una de mis piernas y me han colocado un fierro con muchos clavos, además soy un poco más gordita que otras chicas” con orgullo asegura que es por eso que Beixa cada día crece más y más “no cerramos las puertas a nadie que ame al carnaval”.

Matilda, la pequeña bailarina de 5 años, se divierte separando lentejuelas, sobre todo las violetas, porque como ella misma lo asegura “es el color que más me gusta”. Matilda es una de las más chicas de la compañía de baile.

Muy cerca de Matilda, con una simpatía que contagia, Brenda con sus 14 años, es una de las encargadas de ayudar a que las más pequeñas aprendan a danzar “hace dos carnavales que bailo y además bordo mis trajes”. Brenda es una de las primeras que se anotó para la comparsa, eso la transforma en una referencia y junto a Yamila guían el camino de los bailarines que recién se inician.
Brenda tiene un empuje especial, se le nota en la mirada, además es una líder natural “cada vez que salgo a bailar lo disfruto, porque salgo a romperla, hay que salir con todo” señala y aun cuando los nervios previos a bailar existen, Brenda cuenta que “cuando estás llegando al carnaval y escuchás la música se te pasa todo”.

La tardes en la casa Beixa parece que no termina más, el calor se apodera del lugar y no se va durante todo el año, ahí vive el alma de la compañía que cuenta ya con 75 integrantes.

Cintia Valenzuela, con esfuerzo y pasión formó la comparsa que, en perspectiva, es también un trabajo social y cultural a tiempo completo “empezamos con 56 integrantes hace más de un año, hoy ya contamos con 20 integrantes más, y en esta época del año, todos vienen a casa contentos porque se acerca el carnaval, muchas nenas se hacen el traje solas, incluso este año los chicos se bordaron sus trajes.” en un actividad que se intensifica los 3 meses previos al carnaval pero conlleva un trabajo anual del que poco se conoce “cuando termina el carnaval viene la nostalgia, te preparás 12 meses para demostrarlo en 4 días.”

Uno de los éxitos de una comparsa es poder extremar el ingenio para poder contar con el dinero para realizar cada uno de los coloridos trajes, los fondos de Beixa se obtienen de bingos, almuerzos y rifas “los vecinos, familiares y amigos siempre nos ayudan” expresa agradecida Cintia.

Como en toda familia, hay valores que se trasmiten a todos sus integrantes, es para destacar que fieles a su estandarte, la comparsa prefiere no tener reina “acá somos todos hermanos, no queremos entrar en eso de la competencia”. finaliza Cintia con sabiduría en sus palabras.

Se escucha un redoblante y un tambor, una de las nenas con ojos brillantes, se mueve siguiendo el ritmo, el calendario se hace valer segundo a segundo, falta muy poco para que se enciendan las luces y empiecen a bailar para todos los presentes, aunque lo más importante sin dudas sucede antes, el resultado del trabajo se verá a partir de este viernes 25 de Febrero, cuando el estandarte de Beixa, se alce y toda la compañía salga a romperla, tal cual como lo definió Brenda.