15-05-2017
La exposición es de acceso libre y gratuito de martes a sábado de 10 a 16 y los domingos de 14 a 17. Las visitas guiadas se realizan todos los días a las 11 de la mañana.
La investigación sobre los inventos del fundador de Villa Gesell la realizó la traductora de alemán, Tea Kalmbach, la museóloga, Lourdes Puentes y la jefa del Departamento, Betina Feal.
Entre las impresionantes aspiraciones que caracterizaron al protagonista de la muestra, Carlos Idaho Gesell, la exposición resalta uno los pilares de su personalidad; la invención. La investigación arrojó más de 400 inventos de los cuales alrededor de 200 están patentados. La muestra, alojada en la primer casa del fundador de la ciudad, incluye una infografía que representa la línea de tiempo de la vida de Don Carlos, con sus inventos y proyectos más importantes.
Un dispositivo para obtener agua destilada, un restaurante giratorio, una pila eléctrica, un reloj por radio, una isla flotante para pescadores, un collar para bañistas, una trampa para ladrones, un aparato para apagar incendios, un horno eléctrico, los principios de la refrigeración, el duna-móvil que ahora lo conocemos como el arenero, el vehículo anfibio que lo fabricó y durante mucho tiempo estuvo funcionando en la villa y generadores de energía solar, son algunos de los tantos inventos expuestos. Una de sus más altas ideas de Don Carlos fue la de llegar a la luna. Al respecto la coordinadora de la muestra, Betina Feal cuenta que en 1.922, mientras Don Carlos estaba diseñando una nave para ir la luna, tuvo su primer hijo y lo llamó Sirius, el nombre de la estrella más brillante. Su aspiración en ese entonces era que Sirius sea el primer astronauta en llegar a la luna.
El perfil aspiracional de Don Carlos lo expresa la foto oficial que lo retrata. “Él mismo decía que Puppi Böhm, la fotógrafa, había captado esa mirada de mirar siempre al futuro” explica la jefa del Museo.
Feal relata que otra de las ideas destacadas de Don Carlos fue el plan forestación de Villa Gesell, basado en estudios que realizó en Estados Unidos. Un Ingeniero Agrónomo estudió el lugar y diagnosticó que no iba a crecer nada, sin embargo la perseverancia del fundador de la ciudad consiguió escribir otra historia sobre estos médanos. “Don Carlos fue un autodidacta, tenía únicamente estudios primarios pero hablaba cuatro idiomas y fue un estudioso permanente” concluye Feal.