27-03-2015
Susana recuerda que hace 30 años fue invitada a canal dos de Villa Gesell, donde le preguntaron como quería que se la recuerde. Sin dudar, Milano respondió “como actriz! “ Tres décadas después, no caben dudas de que lo logró.
Contadora de profesión, profesora, actriz, guionista y directora teatral, Susana trae a la memoria su debut en las tablas, en el segundo círculo de Marco Denevi , en el rol de la "mujer uno" una ama de casa. Es entonces donde comienza a transitar su camino en la actuación y así respirar cultura más allá de los días contables.
Pronto llegó "la balada de un asesino" obra que Susana considera una bisagra en su vocación. Sobre esta obra Milano expresa "es con Balada de un Asesino donde me doy cuenta que yo nací para hacer comedia" si bien un actor se prepara para trabajar en todos los géneros del arte mayor, Susana resalta que en el drama no disfruta con la misma intensidad que lo hace en la comedia. Como es sabido entre los artistas, reir es más difícil que hacer llorar.
También Susana rememora a Sigfrido, personaje del “Show de los comediantes", Milano explica lo difícil que fue dar vida a un muñeco. En el proceso de esta obra, Susana pierde a su madre, pero como nos cuenta, “el arte es sanador”.
Susana comienza con la Dirección en el año 2000 con "Trampa para una muerte".
En el 2002 llegó "El joven Frankestein" y tantos otros que supo componer a lo largo de más de 15 años de trayectoria como Directora.
En el 2009, Susana gana el premio de mejor actriz de reparto en el festival con más ediciones en la provincia de Buenos Aires, en Saladillo, interpretando a "Mariquiña", la española del “Conventillo de la Paloma" que aún el público recuerda y se lo manifiesta en cada lugar de la ciudad.
Las adaptaciones también son un aporte importante para Villa Gesell, ya que Milano se destaca en el teatro polular, rioplatense y costumbrista, con elencos difícil de reunir por la gran cantidad de actores en escena.
Susana también se destaca con obras de su autoría como "Opera Cabaret “ y "Van a perder la cabeza por mi amor” la historia de Enrique VIII y sus mujeres (con orquesta en vivo en cada una de sus funciones), que junto al Conventillo de la paloma de Alberto Vacarezza, fueron obras de texto que rompieron taquilla en los veranos geselinos.
Susana marcó su propio rumbo, sin aún abandonar la búsqueda interior, no sólo será recordada como actriz si no también como una hacedora incansable de nuestra gran ciudad.