Con una trayectoria ininterrumpida desde 1983, esta feria ha sido un emblema de la ciudad, manteniendo su esencia y encanto veraniego por más de 40 años. Reconocida como Patrimonio Cultural de la Ciudad en 2008, este espacio reúne a numerosos artesanos y artesanas que exhiben sus creaciones en cerámica, masillas, porcelana, metal, cuero, telas, macramé, madera, calabaza y reciclado, entre otros materiales.

La singularidad de la Feria Artesanal radica en la dedicación y maestría de los y las artesanas locales, quienes fusionan el arte con la utilidad en cada obra, evidenciando la riqueza y diversidad del trabajo manual.

Con más de 80 puestos disponibles, la feria abre cada día a las 18 horas, gracias al compromiso y la autogestión de sus integrantes; quienes procuran mantener un espacio limpio y acogedor con una infraestructura que incluye luminarias, cartelería y áreas designadas para la recolección de residuos.