Para llevar esta producción a diversas regiones, el coro se adapta y la orquesta se reduce al piano, permitiendo una mayor movilidad y acercando la ópera a un público más amplio. La puesta en escena reflejó una combinación de elementos de la región bonaerense con influencias italianas, que se presentó subtitulada con una pantalla con la traducción en tiempo real en castellano para que todos los y las espectadoras puedan disfrutar de la experiencia. El elenco lleva consigo la emoción y la anticipación de adaptarse a cada escenario, ya sea grande o íntimo.

La trama nos sumergió en las intrigas de una pareja que lucha por unirse a pesar de las trabas impuestas por el viejo Don Bartolo. Mientras tanto, el enamorado recurre a la astucia de Fígaro, el barbero de la ciudad, para sortear disfraces y artimañas y conquistar el corazón de Rosina. Todo este enredo se desenvuelve en un día, desde la mañana hasta la noche, destacando elementos de la viveza criolla, la calumnia y la extorsión en un tono burlesco y realista.

Al finalizar, la obra se abre al espectador, concluyendo así un ciclo de arte, música y emociones compartidas en cada función.