Las piezas, que permanecen en custodia de la Municipalidad, fueron trasladadas desde dependencias de Obras Públicas hacia un espacio donde los profesionales a cargo podrán clasificarlas y evaluar su estado para avanzar con el proceso de rearmado y futuro emplazamiento en el Pinar del Norte.
Bajo la supervisión del arquitecto Alexander Pitt, profesional a cargo del proyecto, personal municipal trasladó las piezas desde el galpón de Boulevard y Paseo 130 hasta un depósito ubicado en Paseo 119 y Avenida 2, cedido por el Arquitecto Agustín Esteves, quien colabora en el proceso de recuperación de este valioso bien para el patrimonio histórico de Villa Gesell.
La recuperación, puesta en valor y rearmado de “La Golondrina” es el resultado de un largo proceso de gestiones de la Municipalidad, en el marco de un convenio con la delegación local del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires.
PATRIMONIO HISTÓRICO Y SÍMBOLO DE VILLA GESELL
La vivienda, construida a pedido del fundador Carlos Gesell en el año 1940, fue donada al municipio por el vecino Bruno Percassi, proveniente de una familia pionera de nuestra ciudad, quien la conservó y efectuó la donación, recibida por el Intendente Gustavo Barrera, en el año 2015.
Luego de haber determinado su ubicación dentro del bosque fundacional, durante 2022 se retomaron las gestiones para avanzar en el proceso y se concretó su traslado a un depósito municipal, en un operativo conjunto entre distintas áreas municipales como las secretarías de Planeamiento, Obras Públicas, Turismo y Cultura, el Museo y Archivo Histórico Municipal; el Concejo Deliberante; el Colegio de Arquitectos y el Consejo de Preservación del Patrimonio Cultural Geselino. Ahora, se inicia una nueva etapa con el traslado hacia un espacio donde Alexander Pitt y su equipo podrán evaluar en detalle el estado de las piezas, determinar la reposición de material y avanzar en el armado final.
Recordemos que “La Golondrina” es una casa que Carlos Gesell hizo construir para alquilar, a 200 metros de su primera vivienda, -actual Museo Histórico- y a la que le puso ese nombre pensando en que los turistas, al igual que las golondrinas, llegarían con el clima cálido y se irían con el frío. La promocionó con un aviso en el diario La Prensa de Buenos Aires, en el que destacaba su ubicación: “Frente al mar, hermosa playa”. Quien respondió fue Emilio Stark y en febrero de 1941 llegó con un grupo de pescadores. Aseguró que pasó las mejores vacaciones de su vida y a su regreso a Buenos Aires comenzó a recomendar el lugar a sus amigos, dando origen a la frase “Villa Gesell es el balneario que se recomienda de amigo a amigo”. Así, Stark, quien luego residió en nuestra ciudad, es considerado el primer turista y “La Golondrina”, el símbolo del inicio del turismo en una ciudad, que hoy es el tercer destino turístico más elegido del país.
La recuperación y emplazamiento de este bien patrimonial en nuestro bosque fundacional, contribuye a la construcción colectiva de la memoria y la historia de Villa Gesell. Será un aporte cultural y educativo vital por su incorporación al circuito de del casco histórico.