En los fundamentos de la ley, el gobierno provincial identificaba a los nuevos Partidos como “núcleos poblacionales asentados sobre el llamado cordón dunífero” y reconocía que los partidos sobre el Océano Atlántico, en la zona que denominaban “Atlántida Argentina”, mostraban “dos realidades disímiles y perfectamente palpables”.

Se aseguraba que “las ciudades balnearias” que se generaron “con rapidez inusitada”, presentaban “características propias que no solo las diferencian del ámbito rural del municipio, sino que además, las constituyen en fenómeno particular dentro de la Provincia de Buenos Aires”.

Para demostrar estas particularidades de las poblaciones costeras, se describía un “crecimiento explosivo, muchas veces desordenado” que había generado “problemas de infraestructura que con el tiempo se tornaron gigantescos”.

Además, la legislación destacaba que “las características típicas de la zona permitirán experimentar formas más ágiles y modernas de administración de la cosa pública” y auguraba que “a corto plazo, se conviertan en comunas modelo para el resto de la Provincia".

Con esta expectativa se anunció oficialmente la creación de los flamantes partidos, pero en Villa Gesell, sin dudas, la autonomía se gestaba en la comunidad desde hacía mucho tiempo.

LA LUCHA POR LA AUTONOMÍA

Tres años antes, en el mes de julio de 1975, se había creado la Comisión Promotora de la Autonomía Municipal, organizada por vecinos y vecinas reunidos en asamblea popular.

Esta comisión, que contó con el apoyo explícito del propio Carlos Gesell, realizó incansables gestiones y campañas para visibilizar, en la comunidad y ante las autoridades, la necesidad de la autonomía teniendo en cuenta las características particulares de Villa Gesell.

El antecedente que encendió esa llama de la autonomía había ocurrido cinco años antes, con el denominado “geselazo”.

Este movimiento tuvo su punto más importante el 8 de junio de 1970 con una movilización hasta General Madariaga, para manifestar el descontento con la aplicación de un plan de zonificación que limitaba el desarrollo del prominente “balneario Villa Gesell”.

Esa caravana, pacífica y firme, fue el símbolo de la lucha por las necesidades propias de nuestra ciudad que, ocho años más tarde, reconoce el gobierno provincial en el texto de la ley de creación del Municipio Urbano de Villa Gesell. 

Esa determinación en la defensa de los intereses colectivos, la lucha perseverante y la satisfacción de cada logro, forjaron la identidad de nuestra comunidad, con el mismo espíritu que guió a las primeras familias que acompañaron al fundador, y como sucede hoy, en el trabajo de quienes todos los días eligen Villa Gesell. Ese espíritu aún vive en la comunidad.

Es por eso que hoy celebramos este camino y seguimos defendiendo el desarrollo de una ciudad inclusiva, sustentable y con un gran compromiso con nuestra historia como guía de nuestra identidad para el presente y para el futuro.