06-08-2015
En una democracia participativa y protagónica, el poder lo tiene el pueblo. El proceso de elecciones que comenzará a desarrollarse a partir de este domingo en nuestra ciudad, forma parte de las herramientas constitucionales que legitiman la voluntad popular. El pueblo elige representantes, personas con las que pueda sentirse identificado, ciudadanos emergentes de una comunidad que, si las observamos con el debido detalle y analizamos sus ideas y propuestas, sin dudas son el fiel reflejo de diferentes modelos de pensamiento ideológico, cultural, estratégico y en algunos casos, partidario.
Villa Gesell tuvo un cimbronazo durante el 2014, luego de la renuncia del ex intendente Rodríguez Erneta, cualquiera podría llegar a entender por cimbronazo a aquel momento en el cual el ex jefe comunal tuvo que alejarse de su cargo en nuestra ciudad; sin embargo, el verdadero sacudón sucedió cuando el actual intendente, Gustavo Barrera, iniciara una serie de cambios estructurales, tomara decisiones que nadie había tomado hasta el momento y comenzara un camino de cambios inéditos dentro de la política local “mi compromiso es con la gente, no tengo que rendirle cuentas a nadie más que la gente, no tengo compromisos con nadie” expresó en varias oportunidades el jefe comunal de Villa Gesell.
Generalmente el mal ejercicio de la política nos tiene acostumbrados a que la mayoría de los discursos quedan en palabras. Distinto fue el caso de Gustavo Barrera que, desde el primer día que entró al despacho asignado al intendente en curso, dio por finalizada una etapa y comenzó a escribir un presente distinto sin ataduras con el pasado.
Villa Gesell, vivió a la par de estas decisiones, un latir político pocas veces visto en la ciudad que algunos editorializaron como “confrontaciones innecesarias” con la intención de deslegitimar cada una de las acciones de gobierno que, en determinadas oportunidades, generaron a posterior climas destituyentes.
Pasaron lluvias, tormentas y varios temblores. Se judicializó la política y este recurso de “freno de mano” dio inicio cuando desde diferentes sectores de poder político, social y económico, no se pudo encontrar soluciones por intermedio del ejercicio de la política tradicional.
El pueblo es inteligente, es digno y por sobre todas las cosas, se retroalimenta de las conductas de la “manera de hacer política” de sus dirigentes, funcionarios y potenciales candidatos.
Entendemos que subestimar a las facultades intelectuales de una población ante un proceso de elecciones es por lo pronto, incurrir en un error irreparable, es cultivar el pensamiento de una vieja escuela donde la política, lejos de ser benefactora, justa y transparente, se transforma en un aparato voraz, corrupto e inescrupuloso en la búsqueda del voto.
El intendente Barrera indicó en un medio de comunicación local “el domingo no importa a quien voten, sólo les pido que al que voten lo hagan convencidos” y agregó “en lo personal no quiero que me acompañen, quiero que me elijan”, además de destacar lo importante de la necesidad de asistir a los comicios.
Este domingo se espera que los geselinos asistan a votar con decisión y alegría, sea cual fuera su elección, lo que verdaderamente importa es que la misma refleje un sentir, un punto de vista propio, una reflexión profunda y conciente sobre la realidad que vivimos en carne propia, no la que reflejan todos los medios sea cual fuera sus intenciones más allá de las estríctamente informativas.