La historia se repite en cada elección, incluso se naturaliza el uso y abuso de pegatinas en espacios de promoción turística, pintadas y carteles en postes de señalización vial y tendido eléctrico.

La idea de coptar la ciudad, de apropiarse del espacio y no respetar normas es parte de un “vale todo” que con buen tino, el intendente Gustavo Barrera buscó desterrar en este proceso de elecciones.
Primero, impulsando una campaña limpia, sin pegatinas, sin pintadas, sin elementos que atenten contra la imagen de la ciudad, una ciudad que su mayor plusvalía la aporta la actividad turística.

Lo triste del discurso y el hecho tangible es de análisis, difícil es entender como un candidato que quiere una ciudad mejor atente contra la misma empíricamente, desde el primer contacto con el vecino. Hoy existen múltiples medios y canales para comunicar y optar por arruinar los espacios públicos con la propaganda política es parte de una prehistoria que permanece activa por costumbre, desidia y falta de ideas.

Días atrás, el Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, decía sobre el candidato del Pro/UCR Mauricio Macri: “¿Ustedes creen realmente que Macri puede combatir el narcotráfico? Si no puede con los manteros de la calle Avellaneda, Once o Constitución”.
En ese mismo sentido, es importante comprender el discurso de la promesa política y el hecho tangible, si un partido político asegura que va a traer más turismo y por otro lado arrasa con la ciudad invadiéndola de propaganda política, la única lectura posible es: al candidato no le importa la ciudad sino más que para apropiarse de la misma.

Es importante entender que la calidad de los hombres que se dedican a la política es una construcción colectiva de la sociedad que con su voto, premia a quienes aportan para mejorar la ciudad.

En esta época de trabajo fino entre la oposición política y los medios que, como dicen, “atacan como opositores y se defienden como periodistas paladines de la libre expresión”, es importante hacer notar que no hay editoriales, ni notas televisivas, ni espacios radiales sobre el doble discurso de quienes levantan una mano por una ciudad más bella y con la otra mano tapan con pegatinas hasta sus propias palabras.

Desde la municipalidad se pide a los partidos políticos que asuman una responsabilidad ciudadana, cuiden a nuestra ciudad y respeten las normas.